
Recibir un diagnóstico de autismo puede generar muchas preguntas en las familias: ¿qué hago ahora?, ¿qué apoyos necesita mi hijo?, ¿será demasiado pronto o demasiado tarde para iniciar una terapia? Una de las intervenciones más recomendadas es el Análisis Conductual Aplicado (ABA, por sus siglas en inglés), pero muchas veces surge la duda: ¿cuál es el momento adecuado para comenzar?
La importancia de la intervención temprana
Los estudios muestran que cuanto antes se inicie la intervención, mayores serán los beneficios. No significa que sea tarde si el niño ya es mayor, pero comenzar en los primeros años de vida permite que el aprendizaje sea más natural y que se adquieran habilidades fundamentales para la comunicación, la socialización y la autonomía.
Señales que indican que es momento de considerar ABA
Más allá de la edad, hay ciertas situaciones que pueden guiar a los padres y educadores sobre la necesidad de iniciar terapia:
- Dificultades en la comunicación (no responde a su nombre, tiene pocas palabras, o no utiliza lenguaje funcional).
- Problemas para interactuar con otros niños o adultos.
- Conductas repetitivas o estereotipadas que interfieren con el aprendizaje.
- Dificultad para adaptarse a rutinas o cambios en el entorno.
- Necesidad de apoyo para desarrollar habilidades básicas (alimentarse, vestirse, usar el baño, etc.).
Beneficios de empezar ABA
Al iniciar un programa ABA, el niño puede:
- Desarrollar habilidades de comunicación adaptadas a su nivel.
- Reducir conductas que dificultan su participación en la escuela o en la vida diaria.
- Aprender nuevas formas de relacionarse con su entorno.
- Ganar mayor independencia en sus actividades cotidianas.
¿Y si mi hijo ya es mayor?
Nunca es tarde para aprender. Aunque la intervención temprana es clave, los niños, adolescentes e incluso adultos en el espectro autista pueden beneficiarse de estrategias ABA personalizadas. Lo más importante es que el plan se adapte a la edad, intereses y necesidades individuales.
Conclusión
El mejor momento para iniciar terapia ABA es tan pronto como se detecta la necesidad. No es necesario esperar a tener todas las respuestas o a que el niño “crezca un poco más”. El apoyo temprano y constante puede marcar una gran diferencia en su desarrollo y calidad de vida.